Es impulsado por la emoción. Maneja bien la presión externa; es estable, no se deja desequilibrar aún bajo fuerte presión. No suele ver quejas o problemas como algo urgente; ve problemas en perspectiva, a veces quita la importancia a problemas más graves. Puede aparecer estoico o indiferente. Se desempeña mejor cuando hay ciertas obligaciones o fechas límites; le cuesta funcionar en un entorno aburrido o tranquilo. A menudo aplaza una tarea hasta el último momento.